jueves, 4 de agosto de 2011

Laguna El Báquiro se resiste a desaparecer .

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Lluvias azotan zonas vulnerables y puntos críticos de Los Teques
La llegada de las lluvias agudiza la situación de alto riesgo en la que viven los habitantes de no pocos sectores de Los Teques, quienes duermen literalmente con un ojo cerrado y otro abierto, por la preocupación que les causa saber que en cualquier momento su vivienda puede desplomarse.
Una de ellas es la comunidad La Esperanza B, en la carretera vieja, en la que residen 76 familias, de las 200 que habitaban el sector. La inestabilidad del terreno hizo que 50 familias fueran desalojadas, mientras las demás siguen viviendo al borde del peligro.
Álida Ramones, coordinadora del comité de salud del consejo comunal del sector, señaló que hace dos años se inscribieron en el Ministerio de Hábitat y Vivienda pero no han recibido respuesta.
Dijo que a raíz de las lluvias colapsaron cinco viviendas el año pasado, y cuatro más están a punto de derrumbarse. Explicó que, según el informe de Protección Civil, la zona fue decretada como de alto riesgo por “movimiento en masa y riesgo inminente”.
Dijo que Edgar Rengifo, comisionado de la Vicepresidencia de la República,  se presentó en el lugar para hacer un estudio de las condiciones, pero aún no han recibido respuesta.  “Estamos muy descontentos porque no vemos respuestas inmediatas, por lo que le hacemos un llamado al alcalde para que haga una inspección en el lugar”.
Advirtió que si las autoridades siguen haciendo caso omiso de la situación, tomarán medidas más drásticas, hasta obtener una respuesta contundente.
Carolina Ibarra, vocera del comité de hábitat y vivienda del consejo comunal, vive en una de las 4 casas que están en peligro, ya que el desplazamiento del terreno ha dio socavando las bases de la estructura.
Dice que la problemática se viene presentando hace seis años. Explicó que esperan que la alcaldía compre un terreno en La Matica, el cual tiene 13 hectáreas, para iniciar la construcción de un plan de viviendas para las familias que viven en la comunidad afectada.
Otros puntos críticos en la ciudad
Huecos y fallas de borde, en algunas arterias viales de la ciudad, se convierten bajo la lluvia en verdaderas guillotinas para los conductores y motorizados. En la avenida La Hoyada, diagonal al centro comercial del mismo nombre, se forma una laguna de agua porque las alcantarillas no drenan con fluidez. José Rojas, quien vende CD musicales en esa zona, dijo que cuando llueve el agua se acumula y los carros pasan a toda velocidad, mojando a los transeúntes.
Otro de los puntos críticos es La Laguna El Báquiro en el sector El Tambor, la cual si bien no se ha desbordado en los últimos meses, presenta agudas condiciones de insalubridad.
Carlos Coito, obrero en un galpón ubicado a unos 50 metros de dicha Laguna, señaló que espera que no se paralicen los trabajos iniciados por la Gobernación de Miranda, de los cuales se completó la tercera etapa de construcción de un colector de aguas servidas y pluviales, con lo cual se prevé que la laguna no se desborde, aunque lo que quieren quienes trabajan en la zona es que desaparezca totalmente. Expresó que se ven afectados por el mal olor y temen que su salud se vea afectada por las aguas putrefactas.
Otro punto, no menos riesgoso, es la llamada falla de El Tambor, la cual sigue sin ser reparada. Héctor Henríquez, habitante del sector, señaló que con las lluvias, la falta de mantenimiento de la alcantarilla podría llevar a que se socave aún más ese punto de la arteria vial.
Otras riesgos se extienden a las comunidades que viven en las adyacencias del río San Pedro en la carretera vieja y en la quebrada ubicada diagonal al Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo (Intevep). GL/pc/Foto: Félix Laucho

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