Megahueco en El Nacional desatendido .

Jesús Hermoso.- En el megahueco de la entrada de El Nacional ya no queda rastro de atención gubernamental, aunque continúa progresivamente socavándose el suelo. Ya los vecinos tienen un estrecho espacio para caminar.

Florencio Calatayud, vecino de la zona, explicó que adicionalmente a esto “hay más tuberías que van a colapsar”. Asegura que se ha paralizado la obra desde hace más de una semana y que no hay excusa con lo de la construcción de la caminería que El Metro está construyendo como entrada temporal para los habitantes de El Nacional mientras adelantan la obra.

“El problema es que no están adelantando la obra, y solo están haciendo la caminería debajo del puente para que pasemos”. Calatayud no entiende cómo no pueden ir adelantando los dos trabajos.

El Metro de los Teques está construyendo una caminería que permitirá el acceso de los habitantes de El Nacional. El 28 de septiembre la inspectora de la obra, Mariestela Perdomo, señaló que se procedería a la reconstrucción de la tubería de 18 pulgadas de aguas servidas y que se instalaría una caminería provisional con su respectiva luminaria en un terreno aledaño como solución temporal.

Hasta la fecha los avances en la caminería, aunque no son ni los esperados ni los necesitados, se continúan realizando. No así en el hueco de la entrada, que ni la señalización necesaria tiene en este momento.

El Tambor sin señales ni trabajos

Aún cuando la obra no se haya paralizado en el kilómetro 16, no se excusa la falta de una señalización más rigurosa y efectiva que garantice la seguridad de los conductores en horas de la noche. Pero no sólo ocurre en el kilómetro 16.

En el caso de El Tambor es notorio el desprendimiento de nuevos trozos de asfalto y tierra que carcomen mucho más la vía, que pudiera terminar convertida en un solo canal, complicando aún más la dramática congestión que vive diariamente Los Teques.

Esta falla de borde desasistida por el MTC o la Alcaldía de Guaicaipuro termina por ser un peligro superior, ya que ni una cinta amarilla delimita el desprendimiento de tierra que da hacia un precipicio de mucho mayor peligro que el megahueco de la Panamericana o el de la entrada a El Nacional. Nadie parece hacerse responsable de estas obras de manera efectiva. /JH / Foto: Eliézer Úgas