Las fallas de borde y deslizamientos se convierten en un calvario para turistas y lugareños.
“El Jarillo es una zona turística que se ha visto perjudicada porque desde hace más de seis años nuestra única vía de acceso está abandonada”, nos dice un vecino indignado. “En cualquier momento se puede producir una tragedia, porque ni Capriles Radonski ni Alirio Mendoza hacen algo por esta comunidad”.
Relata nuestro informante, quien no quiso identificarse, que desde Gustavo Mirabal Bustillos todos los gobernadores se habían preocupado por algo tan vital para el turismo como las facilidades de acceso, pero Diosdado Cabello solo hizo una reparación porque la vía se cayó, pero el resto lo dejó como estaba y hoy se suman todos los problemas de estos seis años y medio de desidia con su rosario de fallas de borde, deslizamientos, cunetas obstruidas y falta de torrenteras.
“El gobernador Capriles si es verdad que aspira a ser Presidente debería ocuparse del municipio Guaicaipuro en todas sus zonas y demostrar que es un gerente eficiente, porque con esta gestión tan deficiente cuidado si más bien no pierde la gobernación”, dijo otro de los jarilleros molesto también por el abandono a que están sometidos.
Preocupa que a las fallas de borde existentes desde hace más de dos años, una con un arbusto bien crecidito ya, se agregan deslizamientos que también constituyen riesgo para quienes transitan por allí especialmente de noche.
El Jarillo tiene todos los atractivos turísticos de La Colonia Tovar, y más porque es uno de los sitios de parapente más famosos y accesibles de Venezuela. Además es productor de fresas, melocotones y duraznos de excelente calidad, pero el pésimo estado de la vialidad con huecos y más huecos, acaba con los camiones en que deben sacar sus cosechas.
“Estos desfiladeros propios de estas zonas de montaña no son cosa de juego y es tiempo ya de que se tomen acciones y se corrijan las fallas viejas, las nuevas y las que ya se avizoran por la falta de mantenimiento por parte de la gobernación de Miranda”.
Se observa que hay múltiples bateas, porque el terreno cede ante la acción de las aguas de lluvia no canalizadas, que van erosionando y abriendo brechas para un mayor deterioro de la vía.
Los jarilleros se quejan de todos: del Gobierno nacional que se olvidó hace años que El Jarillo existe, así como del gobernador Capriles Radonski quien ha ido, ha prometido, pero no ha cumplido.
“Tampoco Alirio Mendoza cumple con su deber, porque sabemos que quizás no pueda resolver lo de las fallas de borde, pero puede como miembro del gabinete del presidente Hugo Chávez y relacionado con el alto Gobierno, gestionar soluciones o por lo menos mandar a desmalezar la carretera, porque el monte se la está comiendo y los árboles caídos son un peligro para los conductores que ven reducido el ancho de la carretera”.
Aquí dejamos esta denuncia de un pueblo mirandino que debería ser una tacita de oro para el gobernador-aspirante, porque es pequeño, bonito con un gran futuro turístico y que sería una raya que quien aspira a Presidente no pueda resolver los problemas de una comunidad tan pequeña.
rescatemunicipalguaicaipuro@gmail.com
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