El mensaje de HCR caló en la gente
La gira del candidato presidencial Henrique Capriles Radonski por los Altos Mirandinos, dejó una estela de triunfo en los sectores que conforman la Unidad Democrática, especialmente en Los Teques, donde “El Tequeñazo del Triunfo”, aún es celebrado por sus autores.
Rómulo Herrera, jefe del Comando Venezuela en Guaicaipuro, es uno de los que está complacido y agradecido por el empeño puesto por todo el equipo especialmente por los miembros del padrón electoral liderado por Edgar Escobar, Carmen de Fariñas y Douglas Macías; activismo por Rubén Jimenez; Operación Progreso, dirigida por Rafael Torres, Georgina Ramírez y Anaís Torres; y las parroquias foráneas que respondieron como nunca al llamado de la fuerza del cambio.
-¿Qué quedó de la jornada del viernes 21?
-La rotunda convicción, la ratificación de que la gente está con el progreso. Que el mensaje del próximo Presidente caló en el ánimo de la gente y ya Henrique Capriles Radonski es un sentimiento nacional.
-Hay que reconocer que fue una buena movilización, pero ¿es suficiente el éxito de “El Tequeñazo del Progreso” para dar por sentada la victoria del 7 de octubre?
-Cuantitativamente no, pero desde el punto de vista cualitativo sí. Si mides el entusiasmo y el fervor de la gente, la participación espontánea, la forma como las familias completas llenaban Las Cuatro Esquinas, el Savil, la Sanidad, La Hoyada. Si observamos como el pueblo se identificaba con los mensajes del próximo Presidente, entonces llegamos a la conclusión de que hay un sentimiento de cambio que ha de convertirse en una avalancha de votos en dos semanas.
-Alirio Mendoza asegura que la marcha fue un fracaso, ¿qué puede decir a eso?
-Lo que está a la vista no necesita anteojos. Movimos a Los Teques, dimos una demostración de fuerza y, sobre todo, de apoyo popular. Las cosas cambiaron, el pueblo está decepcionado de un Gobierno que promete mucho, pero no cumple, que diagnostica los problemas, pero no los soluciona. El propio Alirio ha resultado una decepción para chavistas y no chavistas. El Indio Alirio que el Presidente saliente presentó como la gran solución para Los Teques, a quien él hizo miembro del Gabinete, no pudo con la Alcaldía y hoy no lo quiere ni su propia gente.
-El chavismo respondió hoy (domingo) con una caravana de más de 100 vehículos, como para demostrarles que están en la pelea…
-Sí, pero allí no había pueblo. Puras camionetas de lujo de los directores, de los altos funcionarios que no han realizado una gestión en pro de las comunidades, que ya han perdido el contacto con las mayorías, porque no supieron hacerlos crecer con ellos, no pudieron mejorarles su calidad de vida. La gente de a pie, las grandes mayorías, que también quieren progresar y tener un futuro para ellos y sus hijos, no se sienten ya identificados con los come solos.
Para Rómulo el oficialismo perdió su encanto, ya no encarnan las aspiraciones de un pueblo que quiere avanzar por caminos de libertad, progreso y bienestar. Un pueblo que es la primera víctima de la violencia y que quiere seguridad, empleo, libertad y un futuro mejor para sus hijos.
-El presidente Chávez pide tiempo para ejecutar su proyecto de socialismo y afirma que “20 años no es nada para una revolución”, que con Capriles regresaría la Oligarquía a chuparle la sangre a los pobres. ¿Cómo harán ustedes para contrarrestar ese mensaje?
-En primer lugar es cierto que “20 años no es nada para una revolución”, si tomamos en cuenta que la revolución cubana que es el ejemplo y guía de la revolución bolivariana lleva 53 años en el poder, ya casi 54, y lo que ha recibido Cuba son discursos interminables y miseria. Hay que tener voluntad para tener a Fidel como modelos, después de la Perestroika, de la caída de la Unión Soviética, del Muro de Berlín y de la conversión de China e India al sistema moderno de crecimiento y propiedad. Luego Rómulo Betancourt, el primer Presidente de la democracia, un mirandino de Guatire, hijo de un bodeguero y de una ama de casa, es todos menos oligarca, igual podría decirse de Raúl Leoni; Carlos Andrés Pérez, Jaime Lusinchi, Rafael Caldera o Luis Herrera Campíns, quienes con aciertos y desaciertos hicieron posible el nacimiento y consolidación de una vigorosa clase media profesional y técnica. Ahora, todos ellos están hoy difuntos exceptuando a Jaime Lusinchi, quien ya está retirado y por su edad es imposible que vuelva.
-¿Está vigente la lucha de clases? ¿Es congruente con el siglo XXI hablar de derecha y de izquierda?
-Eso es obsoleto. Ahora sabemos que todos somos iguales, que la diferencia está en el conocimiento y que todos podemos alcanzar los más altos sitiales si luchamos y planificamos para lograr nuestros sueños. Que un negro sea el Presidente de Estados Unidos grita a los cuatro vientos que la sociedad moderna valora lo esencial en el ser humano, su formación, su integridad y sus logros, y rechaza esos arcaísmos. Creo que es un verdadero retroceso ese planteamiento. Los venezolanos lo que queremos es justicia social, empleo, facilidades para estudiar y progresar, que nos den igualdad de oportunidades, y que no regalen nuestras riquezas.
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